EL SECUESTRO DE HEMENWAY
Jamiguel,
le decían cariñosamente los sagueros del siglo 19 a este bondadoso gringo que tanto amaba y ayudaba a los pobres de Sagua
La Grande, pero a pesar de su bondad, en una ocasión estuvo secuestrado por otros sagüeros los cuales pidieron dinero a cambio
de su libertad. Augustus Hemenway fue uno de los comerciantes más influyentes de Boston.
Nació en Salem en 1805, y como muchos muchachos de ese período lo obligaron a ir a trabajar cuando era muy joven y con su espíritu de comerciante comenzó sus
negocios propios en ciudades de la costa en Maine los cuales ramificó hacia fuera,
y antes de 1836 ya estaba en el negocio bajo la firma de A. Hemenway y Co. Poseyó
ocho grandes naves que construyó para su propio negocio, que manejó desde Valparaíso, donde tenía sus almacenes.
Los nombres de estos barcos eran: "City of Valparaiso," "City of Santiago," "Independence," "Magellan," "San
Carlos," "Prospero," "Sunbeam," y "Quintero." Negociaba además con cualquier
producto americano que él consideraba vendible en la costa oeste de América del Sur. Además de su negocio de Valparaíso, Hemenway
poseyó un township entero en Maine con su propio aserradero en Machias.
Fue en este aserradero donde Don Augustus cortó los tablones
que sirvieron para levantar su finca en Sagua La Grande, Cuba donde poseía una plantación y un trapiche o ingenio azucarero
cerca del río en el sitio actual de San Jorge, uno de sus retiros más amados de América.
Una tarde del invierno, mientras marchaba de Sagua al ingenio de St. George, unos insurrectos lo capturaron
y lo escondieron para pedir dinero a cambio; el encargado de la Finca que lo acompañaba estaba aterrorizado pero Don Agustín
en cambio,con su sangre fría , pasó toda la noche fumando y conversando con los secuestradores hasta que con la salida del
sol, su encargado del ingenio el Sr. Bartlett, fue al banco de Sagua de donde extrajo
los fondos necesarios para pagar la libertad de su patrón.
Este capítulo de su vida en Sagua termina felizmente, pero Hemenway
nunca más hizo el camino de Sagua a San Jorge a Caballo sino que optó por hacerlo
en el tren recién inaugurado.
Muere a finales de los 1860s. Se dice que en los alrededores de su casa junto al río Sagua se encuentra enterrada
la momia de su antecesor azucarero Don Jorge Battle (Ver: “La Momia de Sagua” en próximos capítulos).